Monday, August 07, 2006

La inteligencia II



Nosotros no tenemos garras para desgarrar, nuestros dientes no sirven para desgarrar la piel ni de un conejo, no tenemos una armadura protectora que nos proteja de los depredadores como los elefantes que tienen una piel gruesa, tampoco podemos correr como una gacela, nuestros genitales no son de mucha ayuda ni para nadar, ni para correr, además su posición se presta a los accidentes, o como presa para los otros depredadores, eso no da una idea que nuestros antecesores tuvieron que hacerle frente a esos problemas y, es probable que cuando aparecimos ya teníamos la tecnología para hacernos prendas de vestir, pero eso se debió a que tanto nuestros antecesores como nosotros teníamos las mismas limitaciones, nuestra piel sin un pelaje abundante no se presta para pasar largas horas bajo el sol sin ninguna protección, y cazar casi a mano limpia es difícil y es una actividad que suele producir heridas.
Quizás los Homo egaster o quizás antes se comenzó a utilizar la tecnología al igual la utilización de piedras afiladas para cortar, por lo menos los H. egaster la utilizaban muy probablemente para comer carroña de otros depredadores.
Si la teoría de Eleine Morgan
[1] es cierta y los primeros asentamientos de los homo sapiens parece darle la razón, quizas no tuvimos tanta necesidad de cazar a mano animales feroces en la selva ya que vivíamos la mayor parte del día en agua donde tener una coraza puede ser impráctico, naturalmente todos los mamíferos marinos tienen una capa de grasa que de cierta manera les sirve de coraza, nosotros tenemos demasiada grasa en comparación con los animales que habitan en las sabanas, es por eso que parece razonable esa teoría. Uno de los asentamientos humanos más antiguos encontrados es precisamente cerca de la costa y al lado a un río que desemboca en el mar, en las cuevas cercanas el hombre las habitó por mas de treinta mil años, por las excavaciones llevadas a cabo en ese lugar sabemos que hacían fuego, se adornaban con collares y, su dieta se basaba en productos marinos esos ácidos grasos posiblemente ayudaron a aumentar nuestra capacidad cerebral. Esos humanos que habitaron esas cuevas es, casi seguro que se protegían de los elementos con ropas, pero tenemos que recordarnos que ellos vivieron ahí hace unos 120.000 años.
Todo ello nos induce a pensar que fueron precisamente nuestras limitaciones como seres la que impulsaron la creación de la tecnología. La inteligencia no desemboca necesariamente en la creación de tecnología, esta se crea por las necesidades que tengan los individuos y nosotros teníamos muchas necesidades. Más al norte, en la misma Sudáfrica se han encontrado cuevas con decenas de huesos humanos, por las marcas de los huesos han deducido que fueron hechas por leopardos, al parecer éramos su comida favorita ¿Cómo logramos sobrevivir? Nuestro olfato es mediocre, nuestra visión nocturna es escasa y a pesar de ello estamos aquí.
[1] Eleanie Morgan, es una de las más ferviente defensora de la teoría que el hombre tuvo un ancestro que habitaba principalmente en el agua. Esta teoría fue presentada en los años sesenta por Alister Hardy y fue desechada casi inmediatamente, la Sra. Morgan fue quien la revitalizó, al mismo tiempo ha presentado nueva evidencia para afirmarla con argumentos en extremo convincente.

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