Wednesday, July 26, 2006

Prologo I



Nada puede ser más absurdo que algo es sin que exista absolutamente ninguna razón por la que deba ser en lugar de no ser.
A. C. Clarke


“La eficacia de una propaganda política y religiosa depende esencialmente de los métodos empleados y no de la doctrina en sí. Las doctrinas pueden ser verdaderas o falsas, pueden ser sanas o perniciosas, eso no importa. Si el adoctrinamiento esta bien conducido, en la etapa adecuada de postración nerviosa tendrá éxito. En condiciones favorables, prácticamente todo el mundo puede ser convertido a lo que sea ”.
Aldous Huxley


En estos primeros años del nuevo milenio muchas personas han dejado de creer en las religiones tradicionales debido, principalmente a su bancarrota moral, y los errores que han cometido por siglos, o por lo menos las ponen en entredicho, pero no por ello las personas han perdido su fe o el sentimiento místico ha disminuido. Todo lo contrario, la tecnología y la ciencia han introduciendo nuevos conceptos e instrumentos y creado a todos un sentimiento de futilidad y, que la verdad de ayer es posiblemente una mentira.
Estos cambios continuos nos ha obligado a buscar la estabilidad en algo y, ese algo suele tomar la forma de creencias en algo inmanente. Las religiones tradicionales parecen no tener respuestas a esas necesidades, algunas de estas para mantenerse han recurrido a templar a sus seguidores a través del fundamentalismo lo cual evita que sus seguidores pongan en duda sus dogmas. El actual fundamentalismo islámico con la destrucción de estatuas, no se diferencia del catolicismo del siglo XVI cuando los españoles destruyeron incluso ciudades enteras en América para imponer su fe. Ante esta barbarie han aparecido los nuevos cultos, no son un fenómeno nuevo, desde 1960 han estado apareciendo primero como una manera de regresar al edén prístino en el cual creyeron que vivía la humanidad al inicio de la agricultura, hace unos 10000 años luego buscando la conquista de ese llamado espacio interior, para ello se han utilizado drogas alucinógenas y misticismos del Asia oriental.
A través de los años estas creencias se han ido refinando, han limado algunas contradicciones internas y, han ido en un proceso de síntesis el cual les a permitido ganar más adeptos, y para ello han recurrido al lenguaje de la ciencia ya que esta con sus innegables logros adquirió un prestigio difícilmente superable y, con la utilización de ese lenguaje se intenta darle respetabilidad a esa creencia.
Una de las sectas que más ha utilizado el lenguaje científico han sido aquella relacionada con los seres de otros planetas, esta ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos tiempos y, cada día cuenta con más adeptos. Estas sectas también han sufrido una metamorfosis la cual, tiene que ver con los cambios que ha tenido la gente con los seres de otros planetas.
Se ha pasado de seres que secuestraban a las personas para realizar bizarras pruebas médicas a consultores espirituales los cuales enseñan una extraña mezcla de misticismo oriental, con creencias de ángeles del medioevo cuando se creía que ellos tenían el poder de curar, a eso se agrega el lenguaje de la ciencia y aspectos mal digeridos de la teoría quántica.
Aunque parezca extraño, logran cierta coherencia la cual puede convencer a ciertas personas que sufren enfermedades incurables, o que nuestra ciencia médica no ha podido darles respuesta, o personas que tienen el sentimiento del desarraigo y, sienten sus vidas vacías y sin sentido en medio de un mundo cada vez mas competitivo, complejo e incierto. Pero sobre todo a las que ignoran los hechos básicos que la ciencia aporta a la comprensión de la vida, no sólo en la tierra, sino también en otros lugares.
Presumiendo esa ignorancia, es que esos gurus de la nueva era medran y realizan sus negocios, aprovechando el legítimo sentimiento que la vida no puede ser tan vacía, tan llena de desesperación, y es por ello que buscamos dentro de nosotros mismo alguna respuesta.
Un síntoma de esto, es la cantidad de libros de autoayuda que se publican y se venden en casi todo el mundo, y los dedicados a temas místicos, eso implica un fuerte sentimiento a lo fantástico, en contra de lo prosaico de la vida cotidiana y, de trabajos que en el fondo realizan para obtener dinero pero, que no llena sus expectativas intelectuales.
A lo anterior se le tienen que sumar los avances de la ciencia, que con su gran velocidad para cambiar los paradigmas ha creado la impresión que, todo es posible, y por lo tanto la estabilidad emocional necesaria para enfrentar el mundo. En pocos años se ha pasado de la clonación de anfibios a la de mamíferos, y entre ellos el hombre, la cual aunque no se ha llevado cabo, es inevitable en una economía de mercado, al igual a escoger ciertas características en nuestros hijos. Todo esto hace que muchas personas busquen algo que no cambie, algo que se mantenga en medio de ese caos y, como las religiones tradicionales no responden a sus angustias, se han buscado nuevas maneras de mantener el sentimiento místico.
La creencia de naves espaciales provenientes de otros planetas es algo que se ha incrustado en nuestra cultura, primero por los escritores de ciencia-ficción, la cual tiene una larga tradición que proviene desde los griegos y, ha sido ampliamente explotado por el cine creando la falsa expectativa que en cualquier momento se aparecerán unos seres superiores con una tecnología inimaginable para nosotros, capaz de resolver todos nuestros problemas, desde los ambientales, hasta los metafísicos, esperando que esos otros resuelvan los problemas que hemos creado y, de esa manera podemos evadir nuestra responsabilidad en la creación de esos mismos problemas.
Estas expectativas no se diferencian mucho a la idea de dioses benévolos que se aparecían frecuentemente en la antigüedad, la imagen de seres de otros mundos es más atractiva a la mentalidad de nuestra era. Pero la función que cumplen es similar.
Es importante entender este fenómeno ya que sus miembros están altamente cohesionados y motivados para lograr sus objetivos. Incluso ya en ciertos países están haciendo valer su poder político, con el fin de lograr reconocimiento a sus creencias, las cuales en ningún momento pueden ser tomadas a la ligera, ya que muchos de ellos llegan hasta el suicidio, por sus creencias.

[1] Que sepamos fue el filosofo griego Anaxagoras (500-428) quien expresó que la luna es un mundo semejante a la tierra. También pensó que podría estar habitada. También lo hicieron otros pensadores como el biógrafo Plutarco En el 165 a.ec. un escritor griego llamado Luciano de Samosata escribió Una historia verdadera, en la cual relata un viaje a la luna. El método del viaje fue un remolino de viento, según él todos los mundos del sistema solar estaban habitados. No fue hasta el año 1300 que otro escritor escribió de nuevo sobre la luna y el héroe llegaba a ella en la carroza del profeta Elias.

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